Colágeno nos proporciona sostén y firmeza

El colágeno es la proteína más abundante de nuestro organismo y a medida que envejecemos la capacidad de sintetizarlo disminuye.

Es no de los componentes fundamentales de la piel, los huesos, tendones, ligamentos y cartílagos, entre otros muchos tejidos de nuestro cuerpo.

A los 25 años se empieza a perder un 1,5% por año de edad, y es alrededor de los 40 cuando considero que podemos empezar a suplementarnos.

Estudios muestran que una suplementación adecuada, aumenta la densidad de las fibras de colágeno dérmico y ayuda a mitigar el daño que producen las radiaciones solares en su destrucción.

Para mi es básico suplementarse de 1 a 3 veces al año, dependiendo de la edad y tipo de piel, e incluir activos de colágeno o sus precursores, en la cosmética.

Los alimentos que contienen colágeno se suelen descartar, o se consumen en poca cantidad, estos son la piel y espinas de pescado, cartílagos en la carne, caldos de huesos, y gelatinas.

Con los suplementos de colágeno, la dosis es más elevada y controlada, y podemos elegir el tipo de colágeno efectivo para lo que deseamos: tipo I y III para la piel, y tipo II para las articulaciones.

El colágeno que se ha visto ser más efectivos para la piel, es el que contiene en su fórmula otros ingredientes como el ácido hialurónico, la Vitamina C, que favorece su síntesis, el resveratrol o el zinc.

El resultado es una mejora en la luminosidad de la piel, logrando que esté radiante e hidratada, al tiempo que evita la flacidez y la preserva del envejecimiento prematuro.

 

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