Protector solar, todo lo que necesitas saber

Llegan las vacaciones y las horas de exposición solar aumentan.

Es el momento de elegir un buen protector solar que impida que nuestra piel se queme, pero también que su uso no implique la presencia de sustancias tóxicas en nuestra piel y en el entorno.

Existen tres tipos de filtros solares, te explico:

Filtros químicos

Los filtros químicos actúan tras 30 minutos de ser aplicados.

Son sustancias que penetran en la piel, y una vez metabolizadas es cuando reaccionan y ofrecen la protección solar.

Es un protector que absorbe tu piel y hacen una barrera desde dentro, todo el protector químico se queda dentro de tu cuerpo.

Están formulados con sustancias químicas, algunas tóxicas para nosotros y los fondos marinos, y que pueden ser irritantes y actuar como disruptores endocrinos (pueden imitar a los estrógenos y actuar como tales dentro de nuestro cuerpo).

Suelen contener también perfumes sintéticos, conservantes, parafinas y siliconas.

La mayoría de cremas solares que se venden en farmacias, perfumerías y supermercados contienen este tipo de filtros y yo los desejo.

Filtros físicos

 Actúan como una barrera física, ya que están hechos con polvo de minerales que se queda en la superficie de la piel, y son efectivos desde el primer momento de su aplicación.

Es una fina capa blanca que se deposita sobre la piel y refleja totalmente la radiación solar, impidiendo que la piel se queme.

Actualmente esta capa blanca es casi invisible, ya que las texturas han evolucionado mucho.

Los minerales que se utilizan son el óxido de zinc y el dióxido de titanio.

Es la mejor opción ya que la protección no penetra en la piel y se queda en la superficie.

Filtros biológicos

Son aquellos que provienen directamente de aceites vegetales como el aceite de aguacate, el de coco, el de sésamo o de Karanja, que tienen en su composición agentes protectores.

Estos aceites hidratan la piel y la protegen de los rayos UVA y UVB pero la protección que ofrecen es baja, y dependerá del tipo de piel de la persona.

Pero si se mezclan con una protección física aumenta su efecto, a la vez que aportan hidratación y reparan los daños solares. 

También podemos considerar filtros biológicos a las vitaminas antioxidantes,  que neutralizan los radicales libres que se forman en la piel al tomar el sol y que son susceptibles de provocar mutaciones celulares.

Las encontramos en las frutas y verduras de verano y si tienes una piel delicada o con manchas, te aconsejo que los tomes en forma de suplemento nutricional.

 

 

 

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